Al leer títulos como El Cristo todo-inclusivo o La iglesia gloriosa, muchos de nosotros fuimos profundamente impresionados por su contenido. Fue como descubrir una gran mina abierta delante de nosotros. Pero no queremos quedarnos en la entrada, es decir, con una buena enseñanza o nuevos términos. Es necesario entrar y extraer de esa mina diamantes: el Cristo que hemos visto y quien está llegando a ser nuestra experiencia diaria.
En esta sección compartimos algunos de los “diamantes” que hemos encontrado en nuestro recorrido. Esperamos que seas animado a entrar en la mina, a profundizar y a encontrar muchos diamantes también.
Vivimos en un tiempo privilegiado
Aunque para muchos creyentes hoy pueda parecer que vivimos en tiempos desalentadores, el testimonio de la iglesia en China entre 1939 y 1942 nos infunde aliento. En medio de amenazas, persecución, guerra y hambruna, Watchman Nee no se desanimó. Más bien, vio en ese tiempo una oportunidad en la que la iglesia podía hacer algo de gran significado estratégico para Dios, y afirmó: “Vivimos en un tiempo privilegiado; podemos hacer lo máximo por Dios.
