Muchos de nosotros pensamos que la única manera de tener paz es cuando podemos controlar nuestro entorno exterior. Sin embargo, la realidad es que somos nosotros los que estamos siendo controlados por nuestro medio ambiente. Posiblemente esperamos que el ambiente exterior se vuelva pacífico, pero en lugar de ello, nuestra vida está llena de esfuerzos constantes para encontrar y mantener la paz. Por otro lado, la Biblia revela una manera de vivir completamente diferente; es ese vivir el que trae una paz más elevada, más profunda, duradera y que sobrepasa nuestro entorno, independientemente de cuál sea.