¿Qué es la verdad?

¿Qué es la verdad?

Nº 5 de la serie, Preguntas más frecuentes respecto a Dios 

La palabra "verdad" se entiende comúnmente para referirse a las afirmaciones que son verdaderas. Sin embargo, los diccionarios también definen la verdad como lo que da sustantividad a una afirmación verdadera. Por ejemplo, "tengo una computadora" es una afirmación verdadera y mi computadora es lo que da sustantividad a esa afirmación. Por tanto, la afirmación es verdad y mi computadora es la realidad de dicha verdad.

El mundo está lleno de afirmaciones verdaderas y de realidades que las sustentan, pero muchas de ellas son temporales. "Tengo una computadora" no puede ser verdad para siempre. Un día no la tendré; por lo tanto, esta afirmación no es una verdad eterna.

Hay otro tipo de verdad: las leyes y los principios científicos y matemáticos. Estos son buscados por los científicos y matemáticos. Este tipo de verdad es bastante útil y provechosa en el mundo físico, sin embargo, todavía se trata de algo temporal.

Hay muchas personas que trabajan para verificar o desmentir afirmaciones supuestamente ciertas. Hay afirmaciones falsas y mentiras en todos los ámbitos de la vida, incluida la política, los tribunales, las familias, etc. Por ello, estas personas tratan de verificar las afirmaciones para confirmar las verdades o para corregir los errores y sacar a la luz las mentiras. Esto es necesario para el beneficio de la sociedad, pero las verdades que buscan también son temporales, no eternas.

Lo que queremos buscar son las verdades eternas y la experiencia de estas verdades hasta que nuestras vidas se vean afectadas por ellas ahora y para siempre. No debemos buscar simplemente las verdades temporales, sino encontrar las afirmaciones de la verdad eterna con las realidades que las sustentan y esforzarnos por poseerlas ahora. ¿Qué es la verdad y las realidades que la sustentan?

La Biblia revela lo que es verdad

La Biblia, la Palabra de Dios, el libro de la verdad, la luz que ha guiado a la humanidad desde hace 3.500 años, el libro más traducido (más de 1.900 idiomas), el más vendido de todos los tiempos (más de 500.000.000 de ejemplares impresos cada año), nos dice que Dios el Padre es la verdad, que Cristo el Hijo es la verdad, que el Espíritu Santo es el Espíritu de la verdad y que la Palabra de Dios es la verdad (Juan 17:17), (Salmos 119:130), (Juan 1:1), (Juan 1:14). Estamos buscando estas verdades eternas.

Dios el Padre es la fuente de la verdad

En primer lugar, la Biblia dice que Dios el Padre es la verdad. Sólo Dios es la realidad de todo. Todas las cosas proceden de Él, por medio de Él y para Él. Dios es la fuente de todas las cosas creadas. Dios es amor, luz, santidad y justicia (1 Juan 4:16), (1 Juan 1:5), (1 Pedro 1:16), (2 Pedro 1:1). Estos atributos divinos son las realidades y la fuente de las virtudes humanas correspondientes, las cuales son solamente sombras. El hombre sin Dios carece de realidad y está alejado de Su vida. Cualquier verdad que el hombre tenga en sí mismo no es verdad ante Dios. Cualquier cosa que el hombre considere como verdad es temporal o auto-engañosa, sin mencionar todas las mentiras que el hombre ha dicho y en las que ha vivido. Dios es la única realidad eterna. Él es la verdad y lo que le da sustantividad.

Cristo es la corporificación de la verdad

En segundo lugar, la Biblia nos dice que Cristo, el Hijo, es la verdad. Él es el único que está capacitado para decir, y lo hizo, "Yo soy la verdad" (Juan 14:6). Él es la verdad porque es la corporificación de Dios. Todo lo que Dios es, tiene y ha realizado está incluido en Cristo el Hijo (Colosenses 2:9). Dios el Padre está en Él, y Él está en Dios el Padre (Juan 14:10). Los dos son distintos, pero nunca están separados. Él es tan eterno como el Padre porque Él es Dios. Es por ello que Él es llamado Padre Eterno (Isaías 9:6). Cuando el hombre ve a Cristo el Hijo, ve a Dios el Padre (Juan 14:9). Uno de los nombres de Cristo es Jesús, que significa Jehová (Dios) nuestro Salvador (Mateo 1:21). Otro nombre es Emanuel, que significa Dios con nosotros. (Mateo 1:23).

Cristo ama al hombre a lo sumo con un amor eterno porque el Dios que ama está en Él como la realidad del amor (Juan 13:1). No sólo alimentó y sanó a Sus enemigos injustos e impíos, sino que incluso murió por sus pecados. El estaba orando por el hombre mientras era crucificado por el hombre y en beneficio del hombre (Lucas 23:34).

Él era la luz que iluminaba al hombre que estaba en esclavitud, para que el hombre pudiera ser conducido del reino de las tinieblas de Satanás a la libertad del reino de la luz de Dios (Mateo 4:16), (Hechos 26:18). Esto se debe a que el Dios resplandeciente estaba en Él como la realidad de la luz.

Él era santo e incontaminado aunque vivía en un mundo contaminado y corrupto (Hebreos 7:26). Esto se debe a que el Dios santo estaba en Él para ser la realidad de Su santidad. Aunque fue tentado por todos y por todo lo que le rodeaba, no tuvo pecado y permaneció absolutamente puro para Dios (Hebreos 4:15).

Él era justo en todo sentido porque el Dios justo era la realidad de su justicia (1 Juan 2:1). Él era recto con Dios, con Su familia, con las personas, con el gobierno, e incluso con Satanás y los demonios.

Nunca ha habido un hombre que fuera tan amoroso, radiante, santo y justo como éste, que tenía a Dios en Él como Su realidad. Por lo tanto, Cristo el Hijo es la realidad. Poncio Pilato, el gobernador del Imperio Romano que lo ejecutó, le preguntó: "¿Qué es la verdad?" sin saber que Cristo era la verdad. Cristo el Hijo no sólo vivió una vida para expresar a Dios como Su realidad, también murió por el hombre que está atrapado en la irrealidad (Romanos 8:20), (Efesios 2:12), (Efesios 4:18). Resucitó para ser el Espíritu vivificante para dar vida y realidad a todos los que creen (1 Corintios 15:45).

El Espíritu de realidad hace que Dios sea real al hombre

En tercer lugar, la Biblia llama al Espíritu Santo el Espíritu de realidad (Juan 15:26). El Espíritu no es un Ser separado de Dios el Padre y de Cristo el Hijo. Dios es Espíritu y Cristo llegó a ser el Espíritu. Dios el Padre está corporificado en Cristo el Hijo. Todo lo que Cristo el Hijo ha realizado está incluido en el Espíritu. El Espíritu procede del Padre y del Hijo (Juan 14:26). Cuando invocas el nombre de Cristo el Hijo, "Señor Jesucristo", obtienes el Espíritu de realidad. Cuando Él viene a ti, te trae todas las realidades divinas del Padre y del Hijo (Juan 16:13).

Buscamos conocer la verdad sobre todo lo que Dios es, todo lo que Cristo ha realizado y todo lo que el Espíritu puede ser para nosotros. También buscamos experimentar todas las realidades divinas para que seamos hombres que no vivan según las verdades temporales o, peor aún, en la mentira y la falsedad. Entonces no estaremos distraídos y atados a la satisfacción temporal y al disfrute físico, sino llenos de la verdad eterna y de las realidades divinas.

La Palabra revela y transmite la verdad

La Palabra de Dios contenida en la Biblia es también realidad porque no sólo nos revela a Dios en Cristo como el Espíritu que es la verdad eterna y la realidad divina, sino que también transmite a Dios, la realidad divina, a todos los que creen. Jesús dijo: "Las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida" (Juan 6:63). Cuando escuchamos la palabra y oramos conforme a ella, recibimos las realidades espirituales que la palabra revela (Efesios 6:17-18). De esta manera, recibimos la impartición de la realidad de Dios en nosotros para transformar nuestro ser para ser como Él. Por ejemplo, cuando Él te exige: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mateo. 22:39), la misma palabra que te exige te suministra al Dios que es amor y que ha amado a Su prójimo como a Él mismo. La única manera en que puedes experimentar este suministro es orando con la palabra: "Señor Jesús, yo no amo ni puedo amar a nadie como a mí mismo, pero Tú sí. Señor, te necesito. Entra en mí. Lléname de Tu amor y ama a mi prójimo en mí. Gracias, Señor Jesús". Puedes orar con la palabra de Dios de esta manera para recibir a Dios como tu realidad.

La manera de recibir la verdad como realidad

Lo único que tienes que hacer es orar:

"Señor Jesús, estoy cansado de vivir en la irrealidad pecaminosa. Quiero llegar a conocerte como la única realidad eterna. Gracias por morir por mis pecados y resucitar para darme vida. Sé real a mí ahora mismo".

Entonces Él, como Espíritu, podrá entrar en ti para ser tu vida e impartir en ti todas las realidades divinas de Dios. Entonces Dios podrá vivir en ti y tú podrás vivir en Dios para expresar todas las realidades divinas de Dios con toda autenticidad en tu vida humana diaria en la tierra.

*Todos los versículos citados han sido tomados de "La Santa Biblia Versión Recobro”, Derechos de autor © 1997-2012 por Living Stream Ministry.


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